jueves, 1 de octubre de 2009

Cadenas...

miro mis manos... tengo que alzar la vista... hace mucho que los grilletes que las mantenían sujetas a la pared están abiertos, y sin embargo, ¿por qué no las aparto de ellos? ¿las habré acabado apreciando? Es posible, me han acompañado siempre, en todas las decisiones, y a mi pesar, han hecho que no me caiga por muchos precipicios, que me ataron a la pared cuando había escasos centímetros entre el abismo y yo, y sin embargo las aborrecía, las odiaba y sin embargo siempre estaban alli, no habia manera de quitármelas, me rozaba, y las mucñecas ardían, y ahora que no me aprietan y mis manos están sueltas estoy perdido, y como no sé por donde seguir, me quedo quieto, junto a ellas, me evitaron muchos disgustos, y ahora me toca ser libre, sin embargo, me miro a los tobillos... puedo camina, pero aún me sangran las plantas de los pies, si miráis detras de mí, podréis ver un largo camino lleno de cristales manchados en sangre, sangre de mis pies, esos cristales sonríen, no tengo problema en sangrar, si esa sangre se puede recuperar estaré bien,
Aún me queda mucho por caminar y no quiero hacerlo solo, necesito unas cadenas nuevas... ¿quién me las dará?

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