sábado, 24 de octubre de 2009

Caminante

Y dos gotas de sangre caían al suelo mientras pensaba "la vida no me sonríe". Iluso. Después de tantasoportunidades desperdiciadas, ¿qué podía esperar? El tren de nuevo de le había escapado, y ahora corría tras él, sin éxito. Una vez más olvidó lo más importante. El tren se perdió en el horizonte y entonces de dio cuenta. No pasaría otro tren. No conseguía entender por quñe. Caminó, caminó siguiendo la vía.¿Qué tenía que perder? Antes o después llegaría a su destino, no necesitaba de nadie que lo llevara, y menos un corcel de hierro que emite un sonido cruel y monótono. Calzó sus zapatillas, ya descoloridas del uso y echó a andar. Con la maleta en una mano y la esperanza en otra cambió su camino, hacia una nueva vida, llena de oportunidades. Cambió nubes grises por un Sol radiante, y la palidez de su cara pasó a ser alegría y color, se propuso no volver a cometer el mismo error que lo dejó en el andén. Dejó la estación atrás para llegar a un nuevo pueblo. Un pueblo donde reparar sus errores, un lugar donde no era conocido, un lugar donde encontrar la Paz.

No sueñes quien eres, sé quien sueñas.

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